Tamariu y las calas y playas de Palafrugell, como Calella y Llafranc, son la imagen idílica de la Costa Brava. Pueblos que conservan el paisaje y la singularidad de otros tiempos y que mezclan la calma en primavera y otoño con la animación de los meses de verano y los fines de semana. Conectados a pié por el camino de ronda, que recorre el litoral bordeando el agua y muy cerca en coche de lugares imprescindibles como el faro de Llafranc, el mismo Palafrugell o los jardines de Cap Roig, donde cada año se celebra el festival de música del mismo nombre. Más información